Luego de recogerte en el hotel
ubicado en el centro histórico de
Arequipa, iniciarás el tour caminando por el barrio de San Lázaro, que se encuentra a sólo 5 calles de la
hermosa Plaza de Armas de Arequipa. Es
un barrio colonial de calles estrechas y casas hechas a base de sillar, una piedra volcánica que se utiliza para la
construcción de edificaciones.
San Lázaro es uno de los distritos
más antiguos de la ciudad y podrás apreciar sus bellas plazoletas, muros
blancos y encantadoras calles estrechas. Esta zona estuvo ocupada culturas pre-Incas e Incas y, durante
la conquista española y fundación de la ciudad, se construyeron las primeras
casas en este lugar.
Este distrito pertenece al Centro
Histórico de la ciudad por lo que es considerado como un Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Continuaremos el recorrido a pie
hacia el Barrio del Solar,
localizado a orillas del Río Chili,
donde caminarás por sus bellos callejones con construcciones clásicas
coloniales. Todas las edificaciones están hechas con sillar, como casi toda la
ciudad de Arequipa.
Pasaremos a visitar diferentes Tambos, que eran centros de hospedajes
donde los comerciantes llegaban a descansar durante la época colonial y luego
continuaban con sus labores durante sus visitas en la ciudad.
Exploraremos el Tambo El Matadero, una edificación del siglo XVII, que se utilizó
para sacrificar animales y luego poder comercializarlos. En la actualidad, hay
cerca de 30 familias viviendo en este lugar.
El walking tour en Arequipa continua
por el Tambo La Cabezona, una quinta
de estilo colonial del siglo XVI y lugar donde funcionó uno de los primeros
molinos de la ciudad.
Tendrás una visita panorámica por la
Plaza de Armas, el punto principal de encuentro de los locales y donde se
encuentra la imponente Catedral de
Arequipa. La plaza está rodeada de hermosos portales y en el centro tiene
una pileta de bronce.
La caminata sigue hasta llegar al Monasterio de Santa Catalina de Siena.
Este lugar se fundó en el año 1579 y tiene 20 mil metros cuadrados distribuidos
en claustros, patios, plazas, calles, campanario e iglesia.
Durante la época del virreinato,
Doña María de Guzmán fue adinerada y decidió ingresar al convento donando todos
sus bienes. Fue un monasterio para
mujeres que venían de familias con dinero y en la actualidad, aún viven
algunas monjas de claustro en el Convento
de Santa Catalina.
Este es un hermoso lugar con mucha
historia donde tendrás tiempo para tomar bellas fotos. Pasea por las calles
hechas de sillar con colores rojos naturales. Explorarás diferentes zonas como
el patio del Silencio, lugar donde
las monjas se juntaban para rezar el rosario y leer la biblia en silencio. Visitar el Monasterio de Santa Catalina
es una grata experiencia.
Al finalizar, te dejaremos en el
hotel.