Los indios Diaguitas lo llamaron “El pueblo de la entrada espléndida”. Y no se equivocaron: Tafí del Valle es uno de los destinos más paradisíacos que tiene Tucumán y al entrar en la villa veraniega, los Valles reciben al visitante con sus verdes y marrones que cortan el azul del cielo, con un dique en el que se refleja el sol y con caminos de tierra que dan testimonio de años de historia.
A sólo 107 kilómetros de la capital, Tafí se encuentra a unos 2000 metros de altura sobre el nivel del mar. Posee un clima muy agradable por lo que se la puede visitar durante todo el año.
Pese a que creció muchísimo en los últimos años y se convirtió en el destino por excelencia de argentinos y extranjeros durante los 365 días del año, aún encierra entre sus cerros el misterio de su cultura aborigen.
En Tafí del Valle, el turista encontrará muchísimas opciones a la hora de programar su visita: caminar o cabalgar entre sus cerros, practicar kayac o canotaje en el dique La Angostura, hacer mountain bike por sus senderos de tierra, conocer sus productos artesanales, degustar sus comidas típicas y simplemente recorrer sus calles empapadas de historia y tradición.