Comenzaremos disfrutando el “Camino a las Nubes”: en esta primera parte, seguiremos las vías del famoso Tren a las Nubes, admirando esta obra de ingeniería iniciada en los años 20. Este recorrido cruzamos la Quebrada del Toro hasta San Antonio de los Cobres. Haremos paradas fotográficas, por ejemplo en el Viaducto La Polvorilla, y visitaremos Alfarcito, un pintoresco paraje situado en las alturas de la Quebrada del Toro, donde desayunaremos.
Después de esto, iniciaremos el recorrido por la ruta que nos llevará hasta Salinas Grandes. Un paisaje completamente distinto al que vimos en la primera parte del viaje y con muchas posibilidades de ver llamas y vicuñas.
En Salinas, presenciaremos una de las más bellas extensiones blancas de la Argentina con esporádicas tonalidades turquesas y reflejos casi perfectos. Aquí, con la ayuda de un guía local, tendremos tiempo para recorrer este gran mar de sal, las lagunas de color turquesa que impactan a todos los que las visitan, e incluyendo una visita muy especial a los Ojos del Salar (sujeta a condiciones climáticas o limitada en época estival por las comunidades originarias que administran las visitas). El guía local también nos explicará acerca del interesante proceso de extracción de la sal de mesa. En este punto, nos podremos tomar las famosas fotos saltando, en perspectiva, y con el reflejo de los piletones y los ojos del salar.
Después de disfrutar de este espejo de sal, comenzaremos con el tercer tramo, atravesando la Cuesta de Lipán, una ruta escénica inolvidable, con un descenso de 2.000 metros en 35 km. Allí verás la transición del desierto de la Puna a la fertilidad de los valles más húmedos. Luego de esta travesía, llegaremos al pueblo de Purmamarca, donde haremos una parada técnica.
A partir de aquí, comenzamos el retorno a la Ciudad de Salta.