UN LUGAR EN EL MUNDO
En la playa el mar humedece el ambiente y los sonidos flotan en el aire. En este escenario interactúan, la potente energía de las mareas en una dinámica continua contra la costa, formando así acantilados y grutas. Un emplazamiento único, para un hotel acogedor. Custodiado por los elefantes marinos, en los que distingue el tamaño y trompa en los machos, y la mirada intensa y dulce en las hembras y sus crías; que le da a este lugar, la singular cualidad de ser apasionante.
EL HOTEL…todo empieza en 1905…
Originalmente, sede del Correo Argentino y del casino de la Armada Argentina. Allí la fuerza naval instruía a los futuros operadores de faros que luego destinaría a distintos puntos de nuestra extensa costa.
El Faro, como hace más de un siglo, todas las noches cumple su misión de guiar las embarcaciones. Es testigo de la cuidada reconversión de estos edificios, que sin perder su esencia son hoy un aislado y romántico hotel, en donde el pasajero disfruta de toda su calidez, en contraste con su entorno natural, despojado y agreste.
Cuenta con 27 habitaciones, restaurante y Pub, con la sencillez de una estancia patagónica y el servicio de un tradicional hotel de campo.
Su estructura respeta la original, bien de estancia, con cinco edificios concentrados en una misma área, que reúnen en el primer edificio la recepción, restaurante y pub, en otros tres las habitaciones y en el quinto el Faro.
Restaurant
El ambiente lo brindan tonos ocre, blanco y madera. Íntimo y cálido, con el sabor de lo casero y los aromas que invitan. La experiencia de sentirse a gusto....
La especialidad de la casa, es el cordero patagónico, que llega a la mesa entre diversas guarniciones y en su punto justo, cautivando a los comensales con un sabor bien Argentino.
La oferta gastronómica se completa con un menú para que no falten opciones; algunas originales, otras tradicionales y todas bien caseros.
Pub
Cálido y sencillo, auténticamente de mar y estepa, tiene como anfitriones elementos de nuestra historia. Elementos utilizados por la Armada Nacional, otros de la vida campestre de la península, y pilotes del antiguo puerto de Puerto Madryn con más de cien años de historia.
El pool, las cartas, dardos y juegos de mesa son excusas para integrar a quienes están viviendo la experiencia en Península Valdés. Un lugar especial para compartir las vivencias del día y programar el próximo.