Dando la bienvenida a huéspedes de todo el mundo, ubicado en la entrada del pueblo y sobre la legendaria ruta 40, Patios de Cafayate Wine Hotel, ofrece al visitante un lugar sereno para descansar y disfrutar del entorno mientras lo reciben con una copa de un exquisito torrontés o una fresca limonada. Un camino rodeado de viñedos conduce a la entrada, al cruzar su imponente portón, su jardín y añosos árboles dan amparo al sol del norte.
El caso original del hotel data de 1892. Grandes puertas de hierro, cerámicas, adobe, mayólicas, aguayos, tapices y muebles con historia acompañan los ambientes, logrando espacios pensados para descansar, leer y conectarse con este lugar maravilloso. Los seis patios con sus galerías, el pequeño oratorio con la imagen de la Virgen de la Rosa, y reliquias que llegaron desde Cuzco, hacen de este hotel, un lugar único y verdadero con la esencia de este pueblo de altura y vinos.
Cuenta con 32 amplias habitaciones, cuyos colores de sus interiores y decoración clásica, atraen y alegran. Galería, Jardín, Colonial y Suites son los distintos nombres con los que se las identifican. Sus ventanales permiten tomar contacto con el exterior, escuchar el sonido de los pájaros y sentir la brisa.
Afuera, un verde que contrasta con el desierto y el colorido de las montañas rojizas. El césped se funde un poco más allá en viñedos. Atardecer apacible al borde de la pileta mientras los colores del paisaje van cambiando de tono, hasta cerrarse la noche bajo un brillante cielo estrellado.
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