Sin escritura crearon una poesía que se sigue recitando, sin hierro dominaron el oficio de la guerra y amasaron un imperio de 2 millones de kilómetros, sin conocimiento de la rueda subieron piedras descomunales a 2.490 metros sobre el nivel del mar y fundaron la enigmática Machu Picchu.
Con cerámica, textilería, escultura, pintura, orfebrería, literatura, astronomía, arquitectura, ingeniería, medicina, agrotecnia y matemáticas, los incas cubrieron cada aspecto de la vida humana con una inteligencia que no ha dejado de asombrar al mundo desde que los primeros españoles fueron testigos de tanta grandeza.
A principios del siglo XX aún quedaba mucho por descubrir sobre ese imperio descomunal. Por eso el explorador norteamericano Hiram Bingham se aventuró a las alturas peruanas para tratar de encontrar la ciudad perdida de Vilcabamba, pero dio en cambio con una obra maestra de la arquitectura e ingeniería que solo décadas después se entendería como lugar de descanso y ceremonias del emperador Pachacútec: Machu Picchu.
Hoy Machu Picchu es Patrimonio de la Humanidad y uno de los destinos turísticos más atractivos del planeta con más de 600.000 visitantes al año.
Quienes han tenido la dicha de ir a Machu Picchu vuelven a sus países hablando de una experiencia espiritual, de un contacto directo con algo mucho más grande que los avatares del mundo occidental y de una reorganización de las prioridades vitales.
A continuación exploraremos las opciones de las que pueden disfrutar los turistas para sacarle todas las posibilidades a su viaje a Machu Picchu.
En tren de Cuzco a Machu Picchu
Son varios los trenes que llevan a los viajeros a Machu Picchu desde Cuzco, la estación de Poroy (a 20 minutos de la ciudad) o el Valle Sagrado. Los hay para turistas aventureros, para amantes de la naturaleza y para quienes prefieren fusionar la experiencia con diferentes niveles de lujo. Cada tren cuenta con enormes ventanas panorámicas que permiten disfrutar del recorrido con tranquilidad y comodidad. Estos paseos duran entre dos y cuatro horas dependiendo del lugar donde se tome el tren.
Caminar a Machu Picchu desde el Valle de Lares
Desde tiempos del Imperio Inca, los habitantes de la región del Cuzco han mantenido su identidad en aspectos como la gastronomía, el estilo de vida y la forma colorida de vestir. Caminar desde el Valle de Lares hasta Machu Picchu es una experiencia que permite simular un viaje en el tiempo y tener contacto con aldeas que al menos desde la época colonial se han mantenido intactas en su idiosincrasia.
La caminata permite además un contacto frontal con la naturaleza y los animales que se crían en la zona, una vista impresionante de los picos nevados de los Andes y el disfrute de apacibles lagos de montaña a lo largo de siete días completos inolvidables.
La montaña de Salkantay y Machu Picchu
Ocho días de trekking para entender no solo Machu Picchu sino la vida de los antiguos incas, sus limitaciones de comunicación y cómo lograban superarlas, su alimentación, los recursos de los cuales disponían...
Los turistas podrán caminar por las impresionantes faldas de la montaña Salkantay, de 6.271 metros sobre el nivel del mar, apreciar desde una óptica única los picos nevados y ascender el famoso Paso de Apacheta (4.600 metros) para finalmente caer en una zona tropical al otro lado de la montaña y llegar a la maravillosa Machu Picchu.
Tour express a Machu Picchu
Quienes tomen el tour express de cinco días tendrán acceso a una experiencia completa caminando por uno de los lugares más bellos de la Tierra y acampando donde la imaginación no llega. Pero quienes puedan disponer de un días más podrán también ver cómo la arquitectura de la zona fue mutando de lo inca a lo colonial y de lo colonial a lo moderno pero sin perder su esencia.
Un tour express lleva incluida además la oportunidad de conocer museos de cada zona y de saborear la increíble vida nocturna del Valle Sagrado.
Camino inca a Machu Picchu
La mejor manera de disfrutar de Machu Picchu es llegar a través del camino de los incas, pues permite reproducir la historia en carne propia viendo lugares que durante siglos estuvieron ocultos al ojo occidental y hasta local. Magia, naturaleza, historia y cultura; todo en compañía de un guía bilingüe y de los elementos necesarios para una expedición inolvidable.
Conocer el puente del Inca
Luego de acceder a Machu Picchu y de permanecer allí durante el tiempo permitido junto a un guía, mucha gente se anima a conocer el Puente del Inca, otra de las maravillas de la ingeniería desde las alturas. Se trata de un camino estrecho recomendable para jóvenes aventureros.
Conocer la Intihuatana de Machu Picchu
Una Intihuatana es una piedra monolítica tallada que se usaba para ceremonias religiosas. Se trata de una prueba de que las civilizaciones del mundo han buscado siempre la expiación de la carne para hacer que el espíritu trascienda.
Dicen los que lograron tocar la piedra, antes de que fuera prohibido, que esta tiene un peculiaridad de transmitir cierta energía, pero los guías insisten en que se trata del calor.
Machu Picchu es un símbolo de la humanidad toda y de cómo los imperios han florecido una y otra vez para luego sucumbir ante los cambios. La sola existencia de ese lugar nos da una idea de todo lo que pudo ocurrir en este mundo antes de nosotros y nos alerta a la conservación y el cultivo del espíritu para que nuestros imperios culturales no terminen en ruinas.