Las pulperías de Buenos Aires son el testimonio vivo de la vida en la vasta geografía del Río de la Plata durante los siglos XIX y XX. Estos antiguos almacenes de ramos generales abastecieron a barrios enteros, alojaron viajeros y fueron el corazón social de los gauchos. Según varias fuentes, hubo alrededor de 350 funcionando en simultáneo. Hoy quedan entre 25 y 30, la mayoría en territorio bonaerense.
Las pulperías antiguas en Buenos Aires conservan su esencia e invitan a revivir un pasado lleno de historias arraigadas en la tradición argentina. Por eso, esta guia de Tangol recorre tres recomendaciones para transportarse a otra época dentro de estos lugares: dos en la provincia y una en la ciudad.
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Pulpería La Centenaria (Torres, partido de Luján)
A solo 80 kilómetros de la Capital Federal, en el partido de Luján, se encuentra "La Centenaria". Desde 1905, esta pulpería funcionó como almacén de ramos generales, y hoy es uno de los restaurantes de campo más populares de la provincia.
Su propuesta sintetiza gastronomía tradicional con una ambientación que conserva su estética centenaria. Las paredes están decoradas con publicidades antiguas y objetos de colección, como los clásicos pingüinos de vino.
El dueño del local, Gonzalo Córdoba, ha preservado la esencia del lugar manteniendo detalles que recuerdan su aparición en la película Funes, un gran amor, dirigida por Raúl De la Torre. Sentarse en La Centenaria es ubicarse donde la vida transcurría entre charlas, payadas, partidas de truco y tragos de caña.
Una recomendación: probar los sorrentinos caseros de osobuco.
Pulperías de Navarro (Navarro, provincia de Buenos Aires)
En el corazón de la pampa bonaerense, Navarro es una localidad que todavía remite a pasajes de la literatura gauchesca y episodios épicos de la historia argentina. Su pulpería "La Protegida" es una de las más antiguas y auténticas de todo Buenos Aires. Sus paredes albergaron payadas, las riñas entre gauchos y largas tertulias que definían la vida rural.
El lugar conserva estanterías repletas de productos antiguos, como carteles que prohíben ingresar "armado y con sombrero", y cajas registradoras de antaño. Aunque las peleas a cuchillo ya no forman parte de la rutina, el espíritu de personajes literarios como Juan Moreira y Martín Fierro sigue vivo en una de las mejores pulperías en la provincia de Buenos Aires.
Es un lugar perfecto para disfrutar de un asado, una copa de vino y, sobre todo, para conectarse con las raíces gauchas de la Argentina. Plato recomendado: empanadas de carne cortada a cuchillo.
Con la excursión de día de campo en Buenos Aires de Tangol, podés organizar tu visita a "La Protegida".
Pulpería Quilapán (San Telmo, CABA)
En pleno barrio de San Telmo, la Pulpería "Quilapán" se mantiene como un tesoro colonial. La casona fue construida en 1860 como vivienda para 11 familias. Con el tiempo, funcionó como conventillo, tintorería e incluso taller mecánico. En los años 80 albergó la Fundación San Telmo, un espacio cultural clave en el barrio.
Desde 2012 funciona como pulpería, con un estilo arquitectónico y decorativo que reconoce su estilo original, gracias al trabajo de arqueólogos que realizaron su restauración. Además, conserva su estructura colonial y su pulmón verde, ofreciendo una experiencia única en medio de la ciudad. Las paredes de adobe y su decoración, que recuerda su función como punto de encuentro social, mantienen una atmósfera ideal para pasar un momento en otra época de Argentina.