Plaza Serrano, esa bohemia chic

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  Julieta Fraguío 14/06/2016

Ubicada en el corazón de Palermo, la zona fue cuna de escritores y artistas. Tras haber sido reciclada, se convirtió en un polo del diseño innovador con locales y ferias por doquier.

Como protagonistas de la modernización de Palermo Viejo, Plaza Serrano y sus alrededores hoy son el epicentro de la movida porteña. Su paisaje bohemio de casas antiguas y veredas soleadas fue reciclado hasta convertirse en un polo de diseño, donde proliferan bares, galerías de arte y locales de autor. Con estos nuevos vientos, en las últimas décadas el barrio y su plaza de cemento rejuvenecieron hasta parecer escenografía, aunque todavía entre sus pasajes y adoquines se percibe ese aire de antaño.

Ubicada entre las calles Jorge L. Borges (antes llamada Serrano) y Honduras, la rebautizada Plazoleta Julio Cortázar ha sabido ser reducto de escritores y, sobre todo, de artistas. De hecho, los fines de semana funcionan en su perímetro puestos de pinturas y esculturas, que se extienden a las áreas aledañas con arte callejero. Como si fuera una galería a cielo abierto, en las fachadas de negocios y viviendas pueden verse graffitis, stencils y murales.

Además, entre tiendas exclusivas de decoración, accesorios, muebles y ropa de marcas independientes y famosas, instaladas desde fines de la década del noventa, en “la placita” también se ofrecen artesanías, mientras que los pubs circundantes se transforman en ferias de indumentaria durante los sábados y domingos a la tarde.

La vanguardia e innovación en todos los rubros no excluye bares ni restaurantes. Algunos de ellos están escondidos, otros a simple vista, pero si hay algo que los mancomuna es que cada uno tiene su impronta, no solo en el estilo, sino también en sus tragos y gastronomía.

Descubre los increíbles lugares de Buenos Aires con Tours en Bicicleta


Buenos Aires En Bicicleta

Me alegra contarles que Buenos Aires es una ciudad plana y con un clima amigable para poder bicicletear todo el año. Tenemos algunos meses fríos entre mayo y principios de septiembre pero nuestro frío casi nunca pasa la barrera del bajo cero. Los veranos, entre noviembre y marzo son calurosos y húmedos de cualquier forma con la indumentaria adecuada y protección solar, disponemos de 12 meses muy lindos para poder recorrer la ciudad en bici.

En los últimos años el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires creo una red de bici-sendas por lo tanto cada día es más seguro y cómodo visitar la ciudad en dos ruedas.



Nuestras recomendaciones para disfrutar de una excursión en bicicleta

· Sea precavido cuando maneja en zonas con transito ya que los argentinos no siempre respetan ni las reglas viales ni las prioridades de manejo

· Lleve consigo una cadena con un candado y trate de no dejar la bicicleta desatendidas en la calle incluso atada ya que hay bastantes reportes de robos.

· Utilice para su seguridad un casco adecuado.

· Evite visitar el barrio de La Boca ya que es bastante peligroso para ciclistas con equipamientos caros ya que al ser una zona marginal puede ser peligroso.

· Todos los trenes de la ciudad tienen un vagón asignado para subir la bicicleta llamado furgón y es fácil saber donde esperar en el andén ya que hay un dibujo de una bicicleta indicándolo en el piso.

· Si necesita inflar una rueda o reparar algo googleando las bicicleterías en el área donde se encuentra, puede encontrar el auxilio necesario ya que hay en toda la ciudad este tipo de tiendas especializadas.

· Ir de paseo desde el centro hacia el Tigre es una de las excursiones más bonitas para hacer en bicicleta.

 

SI usted no viaja con su propia Bici puede reservar un tour en bicicleta o también alquilar una para poder viajar por la ciudad con libertad y viéndola desde otra perspectiva.






Mercados en Buenos Aires

A diferencia de muchos otros países, la oferta gastronómica argentina se destaca por su amplia variedad de comidas, productos y bebidas que reflejan la rica tradición culinaria del país. Al recorrer cualquier barrio porteño, los aromas de las comidas caseras invitan a disfrutar de la experiencia gastronómica local. Con costumbres profundamente arraigadas, los mercados se convierten en lugares esenciales donde se aprecian las herencias culturales, desde jamones ibéricos hasta quesos reggianos. Si buscas hacer compras y paseos memorables, aquí te presentamos algunos mercados recomendados en Buenos Aires. 

 

Historia y Evolución de los Mercados 

 

Históricamente, los mercados en Argentina han sido fundamentales para el abastecimiento de alimentos y bienes de consumo. Desde la época colonial, las plazas principales de las ciudades, como la Plaza de Mayo, funcionaron como centros de intercambio comercial. 

 

Con la independencia de Argentina en 1816 y el crecimiento urbano, los mercados comenzaron a establecerse de manera organizada, adaptándose a la creciente demanda de la población. La inmigración europea a fines del siglo XIX y principios del XX enriqueció aún más la oferta de productos, y aunque los supermercados han transformado el comercio minorista, los mercados continúan siendo lugares clave para la vida cotidiana en Buenos Aires.

 

 

1 - Mercado de San Telmo
 

Ubicado en el corazón del histórico barrio de San Telmo, este mercado es un símbolo de la cultura porteña. Además de su arquitectura de hierro fundido, se destaca por su oferta de productos frescos, comidas gourmet, antigüedades y artesanías. Los domingos, la Feria de San Telmo transforma el lugar en un animado espacio con música en vivo, danzas folclóricas, y una variedad de arte callejero.  

 


 

2 - Mercado de Abasto

 

El Mercado del Abasto, con su icónica estructura de hierro y vidrio, es un emblema de la vida urbana en Buenos Aires. Originalmente un centro de distribución de alimentos, hoy en día es un espacio que combina tradición con modernidad, ofreciendo desde frutas y verduras frescas hasta opciones gastronómicas y culturales que reflejan la diversidad de la ciudad.


 

 

3 - Mercado de San Cristóbal

 

El Mercado de San Cristóbal, es un encantador mercado barrial que ofrece productos frescos como frutas, verduras, carnes y pescados. Con un ambiente familiar y acogedor, es un punto de encuentro esencial para los vecinos, que también pueden encontrar especias y artículos para el hogar. Su arquitectura refleja la historia del barrio, y visitar este mercado es una excelente forma de disfrutar de la vida cotidiana porteña y la calidad de sus productos.



 

4 - Mercado de las Pulgas

 

Ubicado en el barrio de Palermo, este mercado es conocido por su atmósfera bohemia y su vasta colección de objetos antiguos y curiosos. Desde muebles vintage hasta libros raros y arte callejero, es un paraíso para los amantes de lo único y lo inusual, manteniendo siempre su esencia histórica.


 

 

5 - Mercado de Belgrano

 

Este mercado, situado en el barrio de Belgrano, combina lo mejor de la tradición y la modernidad en un solo lugar. Aquí, residentes y visitantes pueden encontrar una amplia variedad de productos frescos, delicias gourmet y un ambiente acogedor que refleja la identidad del barrio.

 

 

Buenos Aires es una ciudad vibrante y diversa que ofrece una infinidad de experiencias únicas, especialmente cuando se trata de su rica gastronomía y mercados emblemáticos. Recorrer estos mercados no es solo una oportunidad para descubrir ingredientes frescos y productos únicos, sino también para sumergirse en la esencia de la vida porteña. Es en estos espacios donde se puede disfrutar de una comida casera con ingredientes de todas partes del mundo, pero sobre todo, es donde se vive la verdadera magia de Buenos Aires: la conexión con la familia, la cultura y la tradición.

 

Así que, si estás buscando nuevas aventuras, estos mercados son el lugar perfecto para comenzar. No solo te llevarás a casa productos de excelente calidad, sino que también vivirás una experiencia que conecta lo cotidiano con lo extraordinario. ¡Animate a explorar Buenos Aires y descubrir sus encantos escondidos!

 





Visita guiada al Teatro Colón: entradas y lo que hay que saber antes de ir

Existen puntos emblemáticos en la ciudad de Buenos Aires, lugares que uno debe visitar casi obligatoriamente si lo que se quiere es conocer a fondo la cultura del país. La lista puede ser amplia, y empezar por el Museo de Arte Decorativo, el Palacio Barolo, la Casa Rosada y el Cabildo.

Cualquiera que planee un viaje a Buenos Aires sabe que el Teatro Colón no es solo un edificio imponente en el corazón de la ciudad, sino un símbolo de la cultura, la historia y la pasión por las artes escénicas a nivel internacional. Se trata de una de las salas de ópera renombradas en las capitales culturales del mundo por su acústica excepcional, valor arquitectónico y nivel de convocatoria artística.

Desde fines del siglo XIX hasta hoy se lo considera al nivel de la Scala de Milán, la Ópera de París y el Metropolitan de Nueva York, entre otras usinas del más alto nivel artístico. Por eso, presenciar un espectáculo acá es una experiencia inolvidable, pero no agota todo lo que el Colón puede darle a sus visitantes.

Historia del Teatro Colón: cambio de sede y apuesta cultural

La idea surgió en la segunda mitad del siglo XIX, en un contexto de crecimiento y modernización de la ciudad. Inaugurado en 1857, el primer Teatro Colón estaba ubicado frente a la Plaza de Mayo, pero al poco tiempo esa ubicación quedó pequeña y obsoleta.  

En 1888, el intendente Torcuato de Alvear impulsó la construcción de un espacio cultural que pusiera a Buenos Aires a la altura de las grandes capitales del mundo cuando. El proyecto fue encargado al arquitecto italiano Francesco Tamburini, que comenzó la planificación sobre el terreno ubicado en la manzana delimitada por las calles Cerrito, Viamonte, Tucumán y Libertad.

Sin embargo, Tamburini falleció en 1891, por lo que su discípulo Víctor Meano continuó la obra. Más tarde, el belga Jules Dormal se unió al proyecto y realizó importantes aportes sobre la ornamentación lograda hasta el momento. Así, completó la construcción, y todo estuvo listo para la inauguración.

El 25 de mayo de 1908, el Teatro Colón abrió sus puertas con la ópera Aída de Giuseppe Verdi. Desde entonces, ha sido testigo de actuaciones legendarias de ópera, ballet y orquestas sinfónicas, y albergado a artistas como Luciano Pavarotti, María Callas y Plácido Domingo, entre muchos otros.

Su historia está llena de curiosidades. Una es la anécdota del gato que, durante una de las primeras funciones, se convirtió en un protagonista improvisado al pasearse por el escenario, ganándose los aplausos del público.

Con el paso de los años, el Teatro Colón pasó por varias renovaciones y restauraciones. Una de las más importantes tuvo lugar entre 2006 y 2010, cuando fue cerrado para una renovación completa que incluyó la modernización de sus instalaciones técnicas y la puesta a punto de sus atributos arquitectónicos y decorativos.

Una joya arquitectónica

El Teatro Colón es una obra maestra arquitectónica que combina estilos como el ático griego, el Renacimiento italiano, la elegancia francesa y la solidez alemana. Con una superficie de 58.000 m², el edificio impresiona tanto por fuera como por dentro.

La sala principal, con capacidad para 2.487 espectadores, está distribuida en siete niveles y es famosa por su acústica perfecta. Esto último se debe, en parte, a su forma de herradura: se dice que el sonido de una moneda cayendo en el escenario puede escucharse en cualquier rincón de la sala. Asimismo, cuenta con un foso de orquesta que puede albergar a más de 100 músicos.

Además de la sala, el teatro cuenta con espacios emblemáticos como el Salón Dorado, el Salón de los Bustos y el Foyer, cada uno decorado con detalles que reflejan el lujo y la sofisticación de la época. Una de las postales que más impactan al ingresar es la cúpula, decorada por el pintor argentino Raúl Soldi.

El Colón también alberga talleres de vestuario y escenografía, un Instituto Superior de Arte y un Centro de Experimentación Musical. Estas dependencias hacen del teatro un lugar donde no solo se presentan espectáculos, sino que también se crean y se enseñan las artes.

Teatro Colón: visita guiada y entradas para funciones

Visitar este lugar es una experiencia inolvidable, solo comparable a tours similares en capitales culturales del mundo. La visita guiada al Teatro Colón de Tangol está diseñada para conocer los rincones más emblemáticos del lugar, desde la sala principal hasta los talleres donde se confeccionan los trajes y se construyen las escenografías. 

El recorrido propone una mirada del detrás de escena, para comprender el trabajo meticuloso que hay detrás de cada producción artística en cartelera. También el Foyer Principal, la Galería de Bustos y el Salón Dorado. Todo con guia cultural especializada. 

Además de las visitas, asistir a una función en el Colón es un ritual que todo amante de la música y el teatro debería vivir. Ya sea una ópera, un ballet o un concierto sinfónico, la magia del escenario y la calidad artística son difíciles de comparar.

  • Horarios y entradas: Las visitas guiadas suelen estar disponibles todos los días, con varios horarios a lo largo de la jornada. Es recomendable reservar las entradas con anticipación, especialmente durante la temporada alta o en fechas especiales.
  • Idiomas: Las visitas guiadas se ofrecen en varios idiomas, incluidos español e inglés, para atender a turistas de diferentes partes del mundo.
  • Accesibilidad: El Teatro Colón cuenta con facilidades para personas con movilidad reducida, asegurando que todos los visitantes puedan disfrutar de la experiencia.




Qué visitar en San Telmo: 3 paseos históricos y culturales

Cerca de la Casa Rosada se encuentra el barrio más antiguo y bohemio de la Capital Federal. Entre anticuarios y cafeterías tradicionales, San Telmo todavía conserva una Buenos Aires genuina. Casas coloniales, callecitas empedradas y faroles que iluminan angostas veredas son parte del paisaje.

A pesar del boom inmobiliario y el desembarco de locales de moda, arte y gastronomía que fueron modernizando la fisonomía de la zona, San Telmo palpita al ritmo de su historia. Su aire arrabalero y nostálgico, típico del porteño, se conjuga con las tendencias culturales más modernas y contemporáneas.

El nombre del barrio se debe a la Parroquia de San Pedro González Telmo. Actualmente, está delimitado por las calles Chile, Defensa y Piedras y las avenidas Ingeniero Huergo, Brasil, Paseo Colón, Martín García y Caseros.

En sus orígenes, los terrenos conocidos como el Alto por su elevada geografía eran zona portuaria. La calle Real (hoy calle Defensa) era la más transitada, en tanto conectaba la ribera del Riachuelo, donde estaba el puerto, con la Plaza Mayor (actualmente Plaza de Mayo).

Los primeros vecinos se asentaron estratégicamente en ese camino, y a fines del siglo XVIII establecieron una parada para las carretas que trasladaban las mercaderías. Ese lugar hoy es la Plaza Coronel Dorrego, centro neurálgico del barrio, y punto clave para entender parte de la historia argentina.

Plaza Dorrego de San Telmo, parte viva de la historia argentina

La plazoleta fue escenario para la jura de la independencia de los vecinos porteños, firmada en Tucumán en 1816. Además, se convirtió en el epicentro a partir del cual se fueron estableciendo las familias patricias más tradicionales de Buenos Aires. Sus caserones coloniales signaron el perfil arquitectónico del barrio, aunque la identidad urbana de la comuna siempre estuvo ligada a la vida social de las clases pobres y trabajadoras.

 

En 1871, con la epidemia de la fiebre amarilla, los residentes más pudientes se mudaron al norte de la ciudad, y sus viviendas se convirtieron en conventillos. Por entonces, familias de inmigrantes que llegaban en grandes contingentes desde países europeos alquilaban las habitaciones de esas viviendas. 

En ese contexto, era común que cocina, baño y patio se compartieran entre muchas personas. Así, al hacinamiento, se sumó la mezcla de culturas, idiomas y sonidos que todavía se conserva: el tango y el candombe son vestigios que aún se escuchan por las calles de adoquines, entre iglesias y caserones antiguos.

Mercado de San Telmo, Feria y Antigüedades

A medida que el barrio cambiaba y adquiría su aire definitivo de humildad señorial, en la plaza funcionaba el Mercado del Comercio. Si bien este fue demolido en 1897 cuando se inauguró el actual Mercado de San Telmo, el perímetro siempre mantuvo vivo ese universo de la compra-venta con la creación en 1970 de la Feria de Cosas Viejas y Antigüedades, que aún funciona todos los fines de semana.

La inauguración de este paseo terminó de sellar la esencia de la zona, puesto que, a partir de su aparición, los anticuarios empezaron a instalarse en cada cuadra de San Telmo. 

El alma cultural de San Telmo

Durante las últimas décadas se ensancharon avenidas y derribaron lugares históricos, como la Casa del Naranjo, la más antigua de la ciudad, que databa del siglo XVII. Pero a pesar de todo, San Telmo no ha perdido su aura original. 

No sólo porque todavía subsisten muchas construcciones con valor patrimonial, como la Casa Mínima, el Viejo Almacén o la Casa de los Ezeiza, entre otras, sino también porque sus locales de viejo y tanguerías han sabido metabolizar la contemporaneidad. 

El barrio no solo condensa la ambivalencia de margen y centro de la ciudad, sino que también alberga museos de arte moderno y talleres de diseño exclusivo. También almacenes, ferias de usados y lugares de culto, como cafés clásicos del estilo de La poesía, El Federal o El Británico, que conviven con restaurantes de autor.





¿Que hacer en San Telmo?

San Telmo es uno de los barrios más emblemáticos y vibrantes de Buenos Aires. En este lugar, la historia se mezcla con la cultura moderna, y la atmósfera única atrae tanto a turistas como a porteños nostálgicos.

Si estás pensando en visitar la capital argentina, San Telmo no puede faltar en tu lista. Con sus calles adoquinadas, edificios antiguos y su vida nocturna intensa, este barrio tiene todo lo que podés esperar de un lugar con encanto. 

Por eso, si tu pregunta es: ¿qué hacer en San Telmo?, esta guia te puede ayudar a elegir. Y si te sentís con suerte, revisá los tours y excursiones en Buenos Aires de Tangol, que incluyen visitas a las joyas de este barrio.

Lugares para visitar en San Telmo

San Telmo está lleno de lugares con historia y encanto que no podés perderte. Un buen lugar para empezar tu paseo es la Plaza Dorrego, el corazón del barrio. Todos los domingos cobra vida con la Feria de Antigüedades de San Telmo: un escenario natural para los bailarines de tango, y el lugar perfecto para pasear, encontrar un recuerdo único y entrar en la atmósfera porteña que conserva.

Otro lugar imperdible el Mercado de San Telmo, un clásico del barrio, inaugurado en 1897. Con su estructura de hierro y extensión, que abarca una manzana entera, este mercado es una de las joyas arquitectónicas de la zona. Su mezcla de productos frescos, comida típica y objetos de arte invitan a disfrutar de la historia con varias delicias locales a mano.

No te olvides de los murales y el arte callejero que inundan las calles de San Telmo. En cada rincón podés encontrar un nuevo graffiti que te hará sacar el celular para sacar algunas fotos. Calle Defensa es famosa por sus murales, ¡no te la podés perder!

Y hablando de curiosidades, un must en San Telmo es la Casa Mínima, la casa más angosta de Buenos Aires, con solo 2.5 metros de ancho. Se ha convertido en un símbolo de originalidad en el barrio, ¡y su historia no tiene desperdicio!

Dónde Comer en San Telmo

San Telmo es un paraíso gastronómico. Si querés probar la comida tradicional argentina con un toque moderno, hay varias opciones para todos los gustos. Un lugar que nunca falla es La Brigada, una parrilla clásica donde vas a encontrar carnes de calidad acompañadas de buenos vinos. El ambiente es relajado y perfecto para disfrutar con amigos o en grupo.

Si preferís algo más casual, El Desnivel es una parrilla que no te podés perder. Con precios accesibles y una comida casera excelente, este lugar es muy popular entre los locales.

Para algo más moderno, pero igualmente argentino, te recomendamos Café San Juan. Este restaurante te ofrece platos tradicionales pero con un toque gourmet y en un ambiente súper acogedor.

Si te va el street food y las opciones informales, las calles de San Telmo te van a tentar con puestos de empanadas, choripanes, y otros bocados perfectos para una merienda rápida o un almuerzo mientras recorrés el barrio.

Pubs, cafés y bares en San Telmo

San Telmo tiene una gran oferta de bares y cafés donde podés relajarte y disfrutar de una buena bebida. Si sos fanático de los cócteles bien preparados, no te podés perder Bar Sur. Este bar clásico, con un ambiente único, es el lugar perfecto para arrancar la noche.

Si preferís algo más relajado, no dejes de visitar Bar La Poesía, un bar con mucha historia en Buenos Aires. Su ambiente bohemio y su historia literaria lo convierten en el sitio ideal para disfrutar de un café o un trago envuelto en el espíritu intelectual del barrio.

Para los fanáticos de la cerveza artesanal, San Telmo tiene varias cervecerías que te van a encantar. La Cervecería Antares es una de las más conocidas, y tiene una variedad de cervezas locales para que puedas probarlas con algunas tapas.

Y si querés vivir una experiencia más local, podés entrar en uno de los bares de barrio y probar un buen fernet con coca.

Dónde ver Tango en San Telmo

La Plaza Dorrego es el lugar donde los bailarines se reúnen los domingos para hacer milonga y tango en la calle. Es una experiencia única que te va a hacer sentir parte de la tradición porteña.

 

Si preferís ver un show en vivo, uno de los lugares más famosos para disfrutar de tango es El Viejo Almacén, que tiene una cena-show donde podés comer comida típica argentina mientras disfrutás de una performance espectacular de tango.

Si te animás a bailar, San Telmo tiene varias escuelas de tango donde podés aprender los pasos con profesionales. Uno de los lugares más conocidos es La Viruta Tango Club, donde se dictan clases y milongas nocturnas para los más avanzados.

Los mejores horarios para visitar San Telmo

San Telmo tiene algo para todos y en todos los horarios. Si querés verlo en su máximo esplendor, te recomendamos que lo hagas un domingo por la mañana, cuando la Plaza Dorrego se llena de tango y la feria de antigüedades está a full. Es el momento perfecto para empaparte del ambiente del barrio.

Si preferís evitar las multitudes, lo mejor es recorrerlo durante los días de semana, especialmente por la tarde, cuando el barrio está más tranquilo.

Por la noche, las tanguerías y bares empiezan a llenarse alrededor de las 10 PM, por lo que si te va el ambiente nocturno, ese es el momento ideal para disfrutar del tango, la música y los cócteles.





Ferias de libros usados en Buenos Aires

En la capital de Argentina, los relatos proliferan a bajo costo. Lectores y libreros confluyen en los mercados para dar y recibir literatura, pero sobre todo para entrar en una experiencia de intensidad con esta pasión. Charlar con los libreros, regatear e intercambiar lecturas y recomendaciones es más que una transacción de compra-venta. 

Se trata de lugares especiales para lectores curiosos, buscadores de tesoros. También para quienes entienden que encontrarse con otros también es posible en páginas dedicadas, subrayados y anotaciones de quienes decidieron compartir sus lecturas con un extraño. El relato ajeno y propio se mezclan, y las librerias de usados construyen, así, una ciudad de cuentos.

Buenos Aires es y fue escenario de las mejores páginas de la literatura latinoamericana y universal. Asimismo, constituyó uno de los centros editoriales más importantes en las décadas del sesenta y setenta. Este auge se vio amenazado por la dictadura militar de 1976, pero los habitantes de la ciudad nunca dejaron de leer y sostener estos espacios.

Estas y otras historia sobre la vida cultural porteña son el motivo del tour cultural de Tangol, que incluye la visita a sitios emblemáticos para la vida de Jorge Luis Borges. El escritor, traductor y ensayista fue y es el centro gravitatorio de la literatura universal en castellano. Conocé los lugares que compartió junto a Silvina Ocampo, Adolfo Bioy Casares y otras figuras clave de la cultura nacional.

Libros usados en CABA

En Buenos Aires se lee y escribe. Sus calles, barrios y personajes han sido protagonistas de innumerables novelas, cuentos y poemas. Las ferias de libros usados son un eslabón más en la cadena de una tradición literaria que se renueva y sostiene la cultura vibrante de la ciudad.

Los puestos de los parques Rivadavia y Centenario, ubicados en el barrio de Caballito, así como los de Plaza Italia, en pleno Palermo, son los más concurridos. En los tres paseos, cada uno con su identidad e impronta, se pueden comprar ejemplares nuevos y viejos a precios más baratos.

También hay que tener en cuenta La Feria del Libro Usado (FLU) de Buenos Aires, que se realiza anualmente. Es un evento que reúne a libreros de usados de todo el país, y atrae a coleccionistas, autores y curiosos.

 

Feria de libros en Plaza Italia

La feria de libros usados en Plaza Italia es quizá el mejor punto de encuentro para los amantes de la lectura en el barrio de Palermo. 

Una ventaja es su excelente conectividad. Está ubicada en el extremo oeste de la plaza, sobre la Avenida Santa Fe, a metros de paradas de Subte y colectivos que van y vienen de todos los puntos de la ciudad y sus alrededores. Además, la cercanía al Rosedal es un punto a favor para incluir la feria en un paseo por Palermo: hay tantos cafés como espacios verdes para ir a pie y encontrar el lugar perfecto para leer.

Los libreros de Plaza Italia ofrecen mucha variedad de títulos, desde clásicos literarios hasta ediciones raras y descatalogadas. Muchos son especialistas en colecciones, sagas y publicaciones inéditas.

Feria de libros en Parque Rivadavia

En Parque Rivadavia, los puestos de libros usados se alinean junto al monumento a Simón Bolívar. Este espacio emblemático en el límite entre Almagro y Caballito se llena de lectores y bibliófilos cada fin de semana. 

Pero no solo hay literatura en esta feria de libros usados. También se pueden encontrar juguetes y artículos de colección, artículos del mundo Animé, comics y discos musicales de vinilo.

Feria de libros de Parque Centenario

La feria de libros usados de Parque Centenario es uno de los clásicos de la ciudad. Los puestos de libros suelen ubicarse del lado de la Avenida Díaz Vélez, en el corazón del barrio de Caballito.

Los libreros de esta feria suelen ofrecer buena diversidad de géneros literarios, pero también textos académicos, filosóficos y de colección. No solo hay usados, sino también ejemplares residuales de librerías grandes y editoriales. En cualquier caso, los precios suelen ser bastante accesibles, y hay posibilidad de regatear.





8 cafés históricos de Buenos Aires

Buenos Aires le debe gran parte de su encanto a sus míticos cafés. La city porteña cuenta con más de 20 bares notables que conforman el Patrimonio Cultural de la ciudad. Estos cafés son la historia viva de la ciudad: por su antigüedad y el valor arquitectónico, por ser el escenario de hechos históricos y culturales relevantes. Los podes encontrar en diferentes barrios de la ciudad pero sobre todo en las zonas más clásicas: Almagro, San Telmo, San Nicolas, La Boca y Recoleta. 










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