Plaza Serrano, esa bohemia chic

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  Julieta Fraguío 14/06/2016

Ubicada en el corazón de Palermo, la zona fue cuna de escritores y artistas. Tras haber sido reciclada, se convirtió en un polo del diseño innovador con locales y ferias por doquier.

Como protagonistas de la modernización de Palermo Viejo, Plaza Serrano y sus alrededores hoy son el epicentro de la movida porteña. Su paisaje bohemio de casas antiguas y veredas soleadas fue reciclado hasta convertirse en un polo de diseño, donde proliferan bares, galerías de arte y locales de autor. Con estos nuevos vientos, en las últimas décadas el barrio y su plaza de cemento rejuvenecieron hasta parecer escenografía, aunque todavía entre sus pasajes y adoquines se percibe ese aire de antaño.

Ubicada entre las calles Jorge L. Borges (antes llamada Serrano) y Honduras, la rebautizada Plazoleta Julio Cortázar ha sabido ser reducto de escritores y, sobre todo, de artistas. De hecho, los fines de semana funcionan en su perímetro puestos de pinturas y esculturas, que se extienden a las áreas aledañas con arte callejero. Como si fuera una galería a cielo abierto, en las fachadas de negocios y viviendas pueden verse graffitis, stencils y murales.

Además, entre tiendas exclusivas de decoración, accesorios, muebles y ropa de marcas independientes y famosas, instaladas desde fines de la década del noventa, en “la placita” también se ofrecen artesanías, mientras que los pubs circundantes se transforman en ferias de indumentaria durante los sábados y domingos a la tarde.

La vanguardia e innovación en todos los rubros no excluye bares ni restaurantes. Algunos de ellos están escondidos, otros a simple vista, pero si hay algo que los mancomuna es que cada uno tiene su impronta, no solo en el estilo, sino también en sus tragos y gastronomía.

Descubre los increíbles lugares de Buenos Aires con Tours en Bicicleta


Buenos Aires En Bicicleta

Me alegra contarles que Buenos Aires es una ciudad plana y con un clima amigable para poder bicicletear todo el año. Tenemos algunos meses fríos entre mayo y principios de septiembre pero nuestro frío casi nunca pasa la barrera del bajo cero. Los veranos, entre noviembre y marzo son calurosos y húmedos de cualquier forma con la indumentaria adecuada y protección solar, disponemos de 12 meses muy lindos para poder recorrer la ciudad en bici.

En los últimos años el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires creo una red de bici-sendas por lo tanto cada día es más seguro y cómodo visitar la ciudad en dos ruedas.



Nuestras recomendaciones para disfrutar de una excursión en bicicleta

· Sea precavido cuando maneja en zonas con transito ya que los argentinos no siempre respetan ni las reglas viales ni las prioridades de manejo

· Lleve consigo una cadena con un candado y trate de no dejar la bicicleta desatendidas en la calle incluso atada ya que hay bastantes reportes de robos.

· Utilice para su seguridad un casco adecuado.

· Evite visitar el barrio de La Boca ya que es bastante peligroso para ciclistas con equipamientos caros ya que al ser una zona marginal puede ser peligroso.

· Todos los trenes de la ciudad tienen un vagón asignado para subir la bicicleta llamado furgón y es fácil saber donde esperar en el andén ya que hay un dibujo de una bicicleta indicándolo en el piso.

· Si necesita inflar una rueda o reparar algo googleando las bicicleterías en el área donde se encuentra, puede encontrar el auxilio necesario ya que hay en toda la ciudad este tipo de tiendas especializadas.

· Ir de paseo desde el centro hacia el Tigre es una de las excursiones más bonitas para hacer en bicicleta.

 

SI usted no viaja con su propia Bici puede reservar un tour en bicicleta o también alquilar una para poder viajar por la ciudad con libertad y viéndola desde otra perspectiva.






Mercados en Buenos Aires

A diferencia de muchos otros países, la oferta gastronómica argentina se destaca por su amplia variedad de comidas, productos y bebidas que reflejan la rica tradición culinaria del país. Al recorrer cualquier barrio porteño, los aromas de las comidas caseras invitan a disfrutar de la experiencia gastronómica local. Con costumbres profundamente arraigadas, los mercados se convierten en lugares esenciales donde se aprecian las herencias culturales, desde jamones ibéricos hasta quesos reggianos. Si buscas hacer compras y paseos memorables, aquí te presentamos algunos mercados recomendados en Buenos Aires. 

 

Historia y Evolución de los Mercados 

 

Históricamente, los mercados en Argentina han sido fundamentales para el abastecimiento de alimentos y bienes de consumo. Desde la época colonial, las plazas principales de las ciudades, como la Plaza de Mayo, funcionaron como centros de intercambio comercial. 

 

Con la independencia de Argentina en 1816 y el crecimiento urbano, los mercados comenzaron a establecerse de manera organizada, adaptándose a la creciente demanda de la población. La inmigración europea a fines del siglo XIX y principios del XX enriqueció aún más la oferta de productos, y aunque los supermercados han transformado el comercio minorista, los mercados continúan siendo lugares clave para la vida cotidiana en Buenos Aires.

 

 

1 - Mercado de San Telmo
 

Ubicado en el corazón del histórico barrio de San Telmo, este mercado es un símbolo de la cultura porteña. Además de su arquitectura de hierro fundido, se destaca por su oferta de productos frescos, comidas gourmet, antigüedades y artesanías. Los domingos, la Feria de San Telmo transforma el lugar en un animado espacio con música en vivo, danzas folclóricas, y una variedad de arte callejero.  

 


 

2 - Mercado de Abasto

 

El Mercado del Abasto, con su icónica estructura de hierro y vidrio, es un emblema de la vida urbana en Buenos Aires. Originalmente un centro de distribución de alimentos, hoy en día es un espacio que combina tradición con modernidad, ofreciendo desde frutas y verduras frescas hasta opciones gastronómicas y culturales que reflejan la diversidad de la ciudad.


 

 

3 - Mercado de San Cristóbal

 

El Mercado de San Cristóbal, es un encantador mercado barrial que ofrece productos frescos como frutas, verduras, carnes y pescados. Con un ambiente familiar y acogedor, es un punto de encuentro esencial para los vecinos, que también pueden encontrar especias y artículos para el hogar. Su arquitectura refleja la historia del barrio, y visitar este mercado es una excelente forma de disfrutar de la vida cotidiana porteña y la calidad de sus productos.



 

4 - Mercado de las Pulgas

 

Ubicado en el barrio de Palermo, este mercado es conocido por su atmósfera bohemia y su vasta colección de objetos antiguos y curiosos. Desde muebles vintage hasta libros raros y arte callejero, es un paraíso para los amantes de lo único y lo inusual, manteniendo siempre su esencia histórica.


 

 

5 - Mercado de Belgrano

 

Este mercado, situado en el barrio de Belgrano, combina lo mejor de la tradición y la modernidad en un solo lugar. Aquí, residentes y visitantes pueden encontrar una amplia variedad de productos frescos, delicias gourmet y un ambiente acogedor que refleja la identidad del barrio.

 

 

Buenos Aires es una ciudad vibrante y diversa que ofrece una infinidad de experiencias únicas, especialmente cuando se trata de su rica gastronomía y mercados emblemáticos. Recorrer estos mercados no es solo una oportunidad para descubrir ingredientes frescos y productos únicos, sino también para sumergirse en la esencia de la vida porteña. Es en estos espacios donde se puede disfrutar de una comida casera con ingredientes de todas partes del mundo, pero sobre todo, es donde se vive la verdadera magia de Buenos Aires: la conexión con la familia, la cultura y la tradición.

 

Así que, si estás buscando nuevas aventuras, estos mercados son el lugar perfecto para comenzar. No solo te llevarás a casa productos de excelente calidad, sino que también vivirás una experiencia que conecta lo cotidiano con lo extraordinario. ¡Animate a explorar Buenos Aires y descubrir sus encantos escondidos!

 





Teatro Colon

Existen puntos emblemáticos en la ciudad de Buenos Aires, lugares que uno debe visitar casi obligatoriamente si lo que se quiere es conocer a fondo la cultura del país. La lista de los mismos puede ser amplia en diversidad, por ejemplo: el Museo de Arte Decorativo, el Palacio Barolo, la Casa Rosada y el Cabildo. Como en toda gran ciudad, la capital argentina ofrece todos estos lugares aledaños unos de otros, por lo que visitarlos es sumamente fácil.

 

Hay un lugar en especial que se destaca por encima de los demás: el Teatro Colón. Este refleja la idiosincrasia del país, convirtiendo su visita en un viaje cultural al pasado. Por este motivo, en el siguiente artículo, te contamos la historia del gran teatro argentino, sus características y demás.

 

Historia

 

La idea surgió en la segunda mitad del siglo XIX, en un contexto de crecimiento y modernización de la ciudad. Inaugurado en 1857, el primer Teatro Colón estaba ubicado frente a la Plaza de Mayo, pero al poco tiempo esa ubicación quedó pequeña y obsoleta.  

 

Fue en 1888 cuando comenzó la construcción de un teatro más grande en un terreno ubicado en la manzana delimitada por las calles Cerrito, Viamonte, Tucumán y Libertad. El arquitecto italiano Francesco Tamburini fue el encargado del proyecto inicial. Tras la muerte del arquitecto, en 1891, su discípulo Víctor Meano continuó la obra. Más tarde, el belga Jules Dormal se unió al proyecto y realizó importantes aportes.

 

El 25 de mayo de 1908 fue inaugurado el nuevo Teatro Colón, con una representación de la ópera "Aida" de Giuseppe Verdi. Desde su apertura, el teatro es sede de numerosas representaciones de ópera, ballet y conciertos sinfónicos, y ha albergado a algunos de los más grandes artistas del mundo.

 

 

Arquitectura y características

 

El edificio es una joya de la arquitectura y la ingeniería, con un estilo ecléctico que combina elementos renacentistas, barrocos y clásicos. La sala principal tiene forma de herradura, lo que contribuye a su excepcional acústica, considerada una de las mejores del mundo. El teatro tiene capacidad para alrededor de 2,500 espectadores y cuenta con un foso de orquesta que puede albergar a más de 100 músicos. Además, posee una cúpula decorada por el pintor argentino Raúl Soldi, que es una de sus características más distintivas.

 

A lo largo de los años, el Teatro Colón ha pasado por varias renovaciones y restauraciones para mantener su esplendor. Una de las más importantes tuvo lugar entre 2006 y 2010, cuando el teatro fue cerrado para una renovación completa que incluyó la modernización de sus instalaciones técnicas y la restauración de sus elementos arquitectónicos y decorativos.

 

Información práctica

 

Aunque hay quienes optan por improvisar en sus viajes, hay muchos otros que desean tener todo previamente organizado. Para esas personas, a continuación, les dejamos una lista con algunos consejos para poder conocer el mítico lugar.

 

  • Horarios y entradas: Las visitas guiadas suelen estar disponibles todos los días, con varios horarios a lo largo de la jornada. Es recomendable reservar las entradas con anticipación, especialmente durante la temporada alta o en fechas especiales.

  • Idiomas: Las visitas guiadas se ofrecen en varios idiomas, incluidos español e inglés, para atender a turistas de diferentes partes del mundo.

  • Accesibilidad: El Teatro Colón cuenta con facilidades para personas con movilidad reducida, asegurando que todos los visitantes puedan disfrutar de la experiencia.

  • Excursiones: Tangol ofrece un único walking tour donde no solo se recorrerá la ciudad, sino que usted podrá optar por elegir al Teatro Colón como punto de interés. De tomar este camino, al turista le espera una visita guiada por el lugar: la Sala, el Foyer Principal, la Galería de Bustos y el Salón Dorado.

 

 

El Teatro Colón sigue siendo un centro cultural de primer orden en la actualidad, ofreciendo una variada programación de ópera, ballet y conciertos, y sigue atrayendo a artistas y público de todo el mundo.






San Telmo, Esa Mezcla Porteña

Cerca de la Casa Rosada, se encuentra el barrio más antiguo y bohemio de la Capital Federal. Entre anticuarios y cafeterías tradicionales, allí todavía se siente una Buenos Aires genuina.

Casas coloniales, callecitas empedradas y faroles que iluminan angostas veredas son parte del paisaje que San Telmo ofrece. A pesar del boom inmobiliario y el desembarco de locales de moda, arte y gastronomía que fueron modernizando la fisonomía de la zona, aún hoy el barrio palpita al ritmo de su historia. Su aire arrabalero y nostálgico, típico del porteño, se conjuga con las tendencias culturales más modernas y contemporáneas.


Comprendido por las calles Chile, Defensa y Piedras y las avenidas Ingeniero Huergo, Brasil, Paseo Colón, Martín García y Caseros, el distrito debe su nombre a la Parroquia de San Pedro González Telmo. Sin embargo, en sus orígenes, los terrenos conocidos como el Alto por su elevada geografía eran zona portuaria. La calle Real, hoy Defensa, era la más transitada en tanto conectaba la ribera del Riachuelo, donde estaba el puerto, con la Plaza Mayor (actualmente Plaza de Mayo). Sus primeros pobladores se asentaron estratégicamente en ese camino y a fines del siglo XVIII en una tierra baldía establecieron una parada para las carretas que trasladaban las mercaderías. Ese lugar hoy es la Plaza Coronel Dorrego, centro neurálgico del barrio, y punto clave para entender parte de la historia argentina. Recorre la historia de San Telmo con los Walking CityTours de Tangol.

La plazoleta fue escenario para la jura de la independencia de los vecinos porteños, firmada en Tucumán en 1816, pero además se convirtió en el epicentro a partir del cual se fueron estableciendo las familias patricias más tradicionales de Buenos Aires. Sus caserones coloniales signaron el perfil arquitectónico del barrio, aunque la identidad de la comuna fue producto de las clases pobres y trabajadoras.


En 1871, con la epidemia de la fiebre amarilla, los residentes más pudientes se mudaron al norte de la ciudad y sus viviendas se convirtieron en conventillos. Los inmigrantes, que por ese entonces llegaban en grandes contingentes desde distintas partes de Europa, alquilaban las habitaciones de esas enormes casas para vivir con sus familias hasta poder progresar, compartiendo con los demás cocina, baño y patio. Así, al hacinamiento, se sumó la mezcla de culturas, idiomas y sonidos que todavía se conserva, al punto que el tango y el candombe aún se escuchan por sus calles de adoquines, al mismo tiempo que se camina entre iglesias de distintas procedencias y religiones.

Mientras el barrio entraba en decadencia y adquiría su aire definitivo de humildad señorial, en la plaza funcionaba el Mercado del Comercio. Si bien este fue demolido en 1897 cuando se inauguró el actual Mercado de San Telmo, el perímetro siempre mantuvo vivo ese universo de la compra-venta con la creación en 1970 de la Feria de Cosas Viejas y Antigüedades (abierta todos los fines de semana). Su inauguración terminó de sellar la esencia de la jurisdicción, puesto que, a partir de su aparición, comenzaron a proliferar los anticuarios en todas las inmediaciones. Prueba la experiencia de los Tours en Bicicleta por el sur de la Ciudad.

Desde entonces, se han ensanchado avenidas y derribado lugares históricos (incluso la Casa del Naranjo, la más antigua de la ciudad, que databa del siglo XVII), pero San Telmo no ha perdido su perfume originario. No sólo porque todavía subsisten muchas construcciones con valor patrimonial, como la Casa Mínima, el Viejo Almacén o la Casa de los Ezeiza, entre otras, sino también porque sus locales de viejo y tanguerías han sabido metabolizar la contemporaneidad. Como espacio de fusión que supo ser, rico y pobre a la vez, el barrio, margen y centro de la ciudad, alberga museos de arte moderno y talleres de diseño exclusivo, junto con almacenes y ferias de usados; así como los cafés clásicos, del estilo de La poesía, El Federal o El Británico, conviven con restaurantes de autor. Este cóctel ciertamente delimita en cuadras nuestra personalidad. 

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¿Que hacer en San Telmo?

San Telmo es uno de los barrios más emblemáticos y vibrantes de Buenos Aires. En este lugar, la historia se mezcla con la cultura moderna, creando una atmósfera única que atrae tanto a turistas como a porteños.

 

Si estás pensando en visitar Buenos Aires, San Telmo no puede faltar en tu lista. Con sus calles adoquinadas, edificios antiguos y su vida nocturna tan intensa, este barrio tiene todo lo que podés esperar de un lugar con encanto. Pero, ¿qué hacer en San Telmo? Te lo contamos todo.

 

Qué Recomendamos Visitar

 

San Telmo está lleno de lugares con historia y encanto que no podés perderte. Primero, no podés dejar de visitar la Plaza Dorrego, el corazón del barrio. Esta pequeña plaza cobra vida los domingos con la Feria de Antigüedades de San Telmo. Es el lugar perfecto para pasear, hacerte con algún recuerdo único y disfrutar de la atmósfera especial que se crea. Además, cada domingo, la plaza se convierte en un escenario natural para los bailarines de tango, dándole al lugar un aire nostálgico y auténtico.

 

Otro lugar que tenés que conocer es el Mercado de San Telmo, un clásico del barrio, inaugurado en 1897. Este mercado es una de las joyas arquitectónicas de la zona, con su estructura de hierro y su mezcla de productos frescos, comida típica y objetos de arte. Es el sitio ideal para disfrutar de la historia mientras probás alguna delicia local.

 

No te olvides de los murales y el arte callejero que inundan las calles de San Telmo. En cada rincón podés encontrar un nuevo graffiti que te hará sacar el celular para sacar algunas fotos. Calle Defensa es famosa por sus murales, ¡no te la podés perder!

 

Y hablando de curiosidades, un must en San Telmo es la Casa Mínima, la casa más angosta de Buenos Aires, con solo 2.5 metros de ancho. Se ha convertido en un símbolo de originalidad en el barrio, ¡y su historia no tiene desperdicio!

 

Dónde Comer

 

San Telmo es un paraíso gastronómico. Si querés probar la comida tradicional argentina con un toque moderno, hay varias opciones para todos los gustos. Un lugar que nunca falla es La Brigada, una parrilla clásica donde vas a encontrar carnes de calidad acompañadas de buenos vinos. El ambiente es relajado y perfecto para disfrutar con amigos o en grupo.

 

Si preferís algo más casual, El Desnivel es una parrilla que no te podés perder. Con precios accesibles y una comida casera excelente, este lugar es muy popular entre los locales. Si te gustan las parrillas auténticas, este es el lugar para vos.

 

Para algo más moderno, pero igualmente argentino, te recomendamos Café San Juan. Este restaurante te ofrece platos tradicionales pero con un toque gourmet y en un ambiente súper acogedor.

 

Si te va el street food y las opciones informales, por las calles de San Telmo podés encontrar varios puestos de empanadas y choripanes que son perfectos para una merienda rápida o un almuerzo mientras recorrés el barrio.

 

 

 

Dónde Tomar Algo

 

San Telmo tiene una gran oferta de bares y cafés donde podés relajarte y disfrutar de una buena bebida. Si sos fanático de los cócteles bien preparados, no te podés perder Bar Sur. Este bar clásico, con un ambiente único, es el lugar perfecto para arrancar la noche.


Si preferís algo más relajado, no dejes de visitar Bar La Poesía, un bar con mucha historia en Buenos Aires. Su ambiente bohemio y su historia literaria lo convierten en el sitio ideal para disfrutar de un café o un trago mientras te sumerges en el espíritu intelectual del barrio.

 

Para los fanáticos de la cerveza artesanal, San Telmo tiene varias cervecerías que te van a encantar. La Cervecería Antares es una de las más conocidas, y tiene una variedad de cervezas locales para que puedas probarlas con algunas tapas.

 

Y si querés vivir una experiencia más local, podés entrar en uno de los bares de barrio y probar un buen fernet con coca o un mate. ¡Vas a sentirte como uno más de los porteños!

 

Dónde Ver el Tango

 

 

 

San Telmo es el lugar donde nació el tango, y no podés irte sin vivir esta experiencia. La Plaza Dorrego es el lugar donde los bailarines se reúnen los domingos para hacer milonga y tango en la calle. Es una experiencia única que te va a hacer sentir parte de la tradición porteña.

 

Si preferís ver un show en vivo, uno de los lugares más famosos para disfrutar de tango es El Viejo Almacén, que tiene una cena-show donde podés comer comida típica argentina mientras disfrutás de una performance espectacular de tango.

 

Para los que se animan a bailar, San Telmo tiene varias escuelas de tango donde podés aprender los pasos con profesionales. Uno de los lugares más conocidos es La Viruta Tango Club, donde se dictan clases y milongas nocturnas para los más avanzados.

 

Los Mejores Horarios

 

San Telmo tiene algo para todos y en todos los horarios. Si querés verlo en su máximo esplendor, te recomendamos que lo hagas un domingo por la mañana, cuando la Plaza Dorrego se llena de tango y la feria de antigüedades está a full. Es el momento perfecto para empaparte del ambiente del barrio.

 

Si preferís evitar las multitudes, lo mejor es recorrerlo durante los días de semana, especialmente por la tarde, cuando el barrio está más tranquilo.

 

Por la noche, las tanguerías y bares empiezan a llenarse alrededor de las 10 PM, por lo que si te va el ambiente nocturno, ese es el momento ideal para disfrutar del tango, la música y los cócteles.





Ferias De Libros Usados

En la ciudad los relatos proliferan a bajo costo. Lectores y libreros confluyen en los mercados para dar y conseguir historias. Además de literatura, en cada puesto se puede encontrar una experiencia.  

Buenos Aires ha sabido ser escenario y personaje de las mejores páginas de la literatura, pero también constituyó uno de los centros editores de Iberoamérica más importantes en las décadas del sesenta y setenta. El auge editorial fue clausurado por la dictadura militar de 1976, pero la realidad es que los porteños nunca han dejado de leer. Entre los románticos, algunos prefieren las librerías abiertas hasta la madrugada de la calle Corrientes, aunque otros encuentran en las ferias de usados su lugar en el mundo. 


Los puestos de los parques Rivadavia y Centenario, ubicados en el barrio de Caballito, así como los de Plaza Italia, en pleno Palermo, son los más concurridos. En los tres paseos, cada uno con su identidad e impronta, se pueden comprar ejemplares nuevos y viejos a precios más baratos. Sin embargo, más que las rebajas, entre las novedades, los clásicos y las rarezas que conviven a la espera de ser el próximo gran hallazgo, lo que se adquieren son momentos y experiencias. 
Charla con los libreros, regateos y recomendaciones, allí conseguir un libro es más que una transacción de compra-venta. Lugar especial para los buscadores de tesoros o nostálgicos, en estas ferias, además, el papel tiene su color, olor e historia. Aromas a gato migrante, con una pizca de encierro y esencias en sepia se sienten en los pasillos, donde las páginas dedicadas y frases subrayadas marcan otras sensibilidades y temporalidades. 
Espacios en los que relato ajeno y el propio se mezclan, los mercados de usados construyen, así, una ciudad de cuentos.  





8 cafés históricos de Buenos Aires

Buenos Aires le debe gran parte de su encanto a sus míticos cafés. La city porteña cuenta con más de 20 bares notables que conforman el Patrimonio Cultural de la ciudad. Estos cafés son la historia viva de la ciudad: por su antigüedad y el valor arquitectónico, por ser el escenario de hechos históricos y culturales relevantes. Los podes encontrar en diferentes barrios de la ciudad pero sobre todo en las zonas más clásicas: Almagro, San Telmo, San Nicolas, La Boca y Recoleta. 










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