La
gastronomía mendocina es muy variada pero ya sea de raíz criolla o con el
sello italiano y español de sus inmigrantes, lo que la caracteriza es la
excelente calidad de la materia prima con la que es elaborada.
Los productos
mendocinos como la vid, el olivo y los frutales se suman a las carnes vacunas, de chivo y cordero para aportar una identidad
gastronómica inconfundible.
En tu paso
por Mendoza te recomiendo que pruebes:
El chivito
mendocino al asador acompañado por un malbec, si es de alguna bodega familiar o
artesanal, mejor. Como guarnición, pedí un sabroso tomaticán. Es un preparado
de tomates de chacra, cebollita de verdeo y huevo.
Antes del
asado, una picada con las infaltables aceitunas mendocinas en sus
variadas opciones: enteras, descarozadas, condimentadas, rellenas con morrones,
almendras o queso roquefort, o las más raras pero exquisitas aceitunas
“sajadas”.
Las empanadas
mendocinas con relleno de carne pero, a diferencia de sus hermanas de las
otras provincias sin pasas de uva y con aceitunas.
A la tarde,
para acompañar el mate o el café, unas tortitas mendocinas. Hay tres
versiones: raspadas, pinchadas y de hoja. ¡Más típicas, imposible!
Y para
finalizar, alguna de las exquisitas conservas, confituras o preparados
hechos con las deliciosas frutas mediterráneas que se cultivan en las
fincas: uvas, duraznos, peras, manzanas, melones, alcayotas.
Ahora sólo
te queda elegir de nuestra guía de los
mejores restaurantes, los lugares
para disfrutar de todos estos exquisitos sabores: