La región mendocina integrada por los departamentos Tupungato, Tunuyán y San Carlos es un lugar de culto para los que buscan las mejores expresiones de la vitivinicultura Argentina. Por eso, esta guía de las bodegas más destacadas de Valle de Uco reúne información detallada de cada una de ellas para que puedas decidir cuáles visitar.
Está en crónicas de viajeros, cartas de los restaurantes de alto nivel y rankings de las mejores bodegas mundiales. El Valle de Uco es un área codiciada por sus tintos potentes y frescos, sus blancos sabrosos y aromáticos, la oferta hotelera de lujo y la belleza incomparable de los viñedos de primera calidad.
Los departamentos del Valle de Uco se encuentran al norte del río Tunuyán, sobre una extensión aproximada de 17,370 km2 y una altitud de entre 900 y los 1200 msnm. Del lado oeste se impone la majestuoso Cordillera de Los Andes.
El clima en el Valle de Uco es templado, con inviernos fríos y veranos cálidos, de noches frescas. La temperatura media anual es de 14°C. Estas condiciones son ideales para la variedad de excelencia que crece en las 13.000 hectáreas de viñedos que hay en este territorio.
Entre los cepajes tintos de mayor desarrollo en la región se puede encontrar el Malbec, el Merlot, Cabernet Sauvignon, Tempranillo y Bonarda. Entre los blancos se destacan el Chardonnay, Semillón y el Torrontés.
A continuación, vamos a ver un listado de las 19 bodegas más destacadas de Valle de Uco, con su contacto e información para que indagues cómo degustar los mejores vinos de Mendoza. Si preferís las experiencias guiadas, el tour privado por bodegas del Valle de Uco es la opción que estás buscando. Otra alternativa es el bus vitivinícola por la Ruta del Vino, que incluye otras regiones importantes para la cultura del vino argentino.
Si querés combinar las experiencias en bodegas con otros planes en la provincia del vino, revisá nuestros paquetes en Mendoza y elegí los mejores planes.
Nuestra selección de bodegas en Tupungato
La altitud media de Tupungato supera los 1.000 metros sobre el nivel del mar, y sus suelos aluviales son ricos en minerales como calcio, sílice, magnesio y zinc, entre otros. Estas condiciones, junto con un clima fresco y soleado, son ideales para el cultivo de uvas como el Malbec y el Chardonnay.
Para aprovechar las ventajas del territorio, las bodegas de la zona combinan técnicas modernas con prácticas sustentables. La mayoría ofrece visitas guiadas y degustaciones con énfasis en los procesos de elaboración del vino.
Veamos siete de las mejores bodegas de Tupungato para almorzar, catar etiquetas y recorrer viñedos.
Rutini
La Bodega Rutini cuenta con 160 hectáreas plantadas en la zona de Gualtallary. Se encuentra a 89 kilómetros de la ciudad de Mendoza, desde donde se puede llegar por la ruta Ruta Nacional 40, empalmando con la RP86.
Los cultivos de este distrito abarcan un rango de altura que va de los 1080 metros sobre el nivel del mar y llega hasta los 2020: estos 1000 metros de variación permiten la amplitud térmica que caracteriza a este microclima. A esta geografía singular, la bodega agrega su concepto arquitectónico de vanguardia, que cubre una superficie de 10.500 metros cuadrados. El rasgo principal es la utilización de enormes paneles de concreto.

En el interior de la bodega, la circulación está ceñida a la transmisión por gravedad, lo que hace posible trasladar y manipular las uvas con mayor esmero, preservando sus cualidades de frescura, aromas y sabor.
La Bodega Rutini fue de las pioneras en instalarse en la zona en la década de 1920. El sitio también cuenta con un pintoresco paisaje, con un majestuoso panorama cordillerano de telón de fondo.
Entre los vinos de Rutini recomendados para degustar se encuentran: las líneas de alta gama (Trumpeter, Encuentro, Colección Rutini, Antología, Apartado y Felipe Rutini). También se pueden disfrutar otras familias de vinos como San Felipe, La Vuelta, Cepa Tradicional, Pequeña Vasija y Cruz Alta.
Casa Petrini
Casa Petrini es una de las bodegas con restaurante en Tupungato, Mendoza, que además ofrece alojamiento y spa. Este proyecto enoturístico está ubicado a unos 90 minutos de la ciudad de Mendoza. Se puede acceder fácilmente por la RN40, luego dirigiéndose por la RP86.
Al igual que otras en la zona, la bodega se encuentra frente a la majestuosa Cordillera de Los Andes. Como diferencial, está emplazada junto al Río Las Tunas. La presencia de este río ubicado aledaño a los viñedos genera un microclima natural. Esto se traduce en un descenso de temperatura de 4°C en relación a los puntos más alejados del río, que, junto a la amplitud térmica, contribuyen al aporte de frescura y elegancia en los vinos.

Los viñedos se encuentran a 1.170 msnm. Cuentan con 75 has plantadas con las variedades Chardonnay, Malbec, Tannat, Petit Verdot, y Cabernet Franc.
El nombre de su restaurante, Enrico, significa “dueño de la casa”. Una reseña histórica cuenta que don Enrico Petrini, el mayor de ocho hermanos, desembarcó desde Italia a Argentina en 1919. Ya asentado en estas tierras, y producto de un arduo trabajo y admirable pasión por la agricultura, realizó plantaciones de parrales y elaboró su vino patero, replicando costumbres de su Italia natal.
Enrico propone cocina auténtica y gourmet con sabores de ayer y de hoy, fusionados en una gastronomía autóctona y mediterránea maridada, con sus propios vinos. Su salón brinda una vista única a la Cordillera de Los Andes y al paisaje de viñedos y plantas autóctonas. Está abierto todo el año para almuerzos, cenas y té de la tarde.
En cuanto a su alojamiento, se divide en 8 módulos de habitaciones premium. Cada uno conjuga calidad con un alto equipamiento para brindar la mejor calidez y confort. Están cuidadosamente diseñados y armonizados con el natural paisaje que los rodea, y cuentan con terrazas individuales para disfrutar de las mejores vistas.
Jean Bousquet
La moderna bodega Jean Bousquet es de la tercera generación de una familia de viñateros franceses que se enamoró de la zona y radicó su bodega en 1997. Se encuentra a 87 kilómetros de la capital, y se puede llegar a través de la RN40 y la RP86 (1 hora 16 minutos de viaje).
El manejo delicado de la materia prima es el principio que rige en la producción, que se concentra en vinos orgánicos y espumantes. El equipo que trabaja en la bodega se centra en los detalles para combinar los métodos tradicionales con los modernos y producir vinos de alta calidad y estilo.

Las uvas llegan al área de recepción de la bodega en pequeñas cajas, donde son seleccionadas manualmente antes de ir a la despalilladora. Luego de un despalillado suave, se traslada a los tanques para llevar a cabo el proceso de maceración, y luego fermentan durante 30 días aproximadamente. La fermentación se lleva a cabo con levaduras seleccionadas a temperatura controlada.
En caso de los vinos tintos, a este proceso le sigue una fermentación maloláctica (es el proceso por el cual el ácido málico, presente en la pulpa de las uvas se transforma químicamente en ácido láctico).
Como resultado, se obtienen vinos extraordinarios con color notable, tonos de frutas y una estructura bien balanceada de taninos maduros y acidez.
Altus de Gualtallary
Se trata de una bodega boutique antigua, de producción limitada, que tiene un control de calidad estricto y personalizado, enfocado en la evolución de los vinos.
Desde su fundación en 1938, Altus de Gualtallary representa un caso excepcional dentro de la industria vitivinícola Argentina. Hoy continúa en manos de la familia fundadora y ofreciendo un calidad diferencial propia de la cuarta generación de especialistas en vino.
Se ubica a 83 kilómetros de la ciudad, y se puede llegar a través de la RN40 hasta empalmar con la RP86.

Sus productos más reconocidos son los tintos: Malbec, Cabernet Sauvignon, Sangiovesse, Merlot, Pinot Noir y Syrah.
Luego del proceso de elaboración, los vinos tintos se añejan en vasijas de roble de Nancy y Francia de 5.000 a 35.000 litros, contando con 440 en total entre toneles y cubas.
El añejamiento es uno de los puntos más importantes de la bodega, dado que el proceso apunta a vinos de complejidad. La madera suaviza los taninos del vino, engrosa su estructura y prolonga su vida, favoreciendo una estiba posterior en botella por varios años. Suavidad y untuosidad son el resultado de este trabajo.
Por su parte, los vinos blancos son conservados en tanques por un periodo máximo de un año. La finalidad de la bodega es obtener blancos frutados, frescos y jóvenes, sin madera.
La Azul
La Azul es una pequeña bodega moderna. Dirigida por Alejandro Fadel y Gustavo Larghi, cuenta con viñedos propios que permiten un control cercano de todo el proceso de elaboración.
En la finca se degustan los varietales Malbec y Cabernet. Sus vinos son elaborados con tecnología de alta calidad, que permite un equilibrio perfecto entre Roble Francés y Roble Americano.

Las visitas a la bodega son personalizadas y en grupos reducidos. Constan de una degustación de tres vinos mediante una relajada charla con el guía, que orienta e informa sobre la actividad de la bodega. Cuenta además con un wineshop.
Para llegar a esta bodega hay que dirigirse por la RN40 hasta la intersección con RP86, a unos 91 kilómetros de la ciudad.
Domaine Bousquet
Domaine Bousquet es el legado de una larga y prestigiosa historia: una familia con cuatro generaciones de tradición vitivinícola, proveniente de la región de Carcassone, al sur de Francia.
La identidad de sus elaboraciones tiene que ver con la producción de uvas orgánicas de alta calidad, que expresan la pureza e intensidad del carácter varietal y del terroir. Además, es una de las pocas bodegas premiadas con el reconocimiento a la Agricultura Regenerativa.
La bodega está a 86 kilómetros de Mendoza. Se llega por la RN40 y RP86. Está rodeada de viñedos a 1200 metros sobre el nivel del mar, al pie de los Andes. Tiene capacidad para 2,5 millones de litros de vino en tanques de acero inoxidable, cemento, y barricas de roble francés y americano.

La excursión de cata de vinos en Valle de Uco de Tangol es la mejor forma de visitar esta bodega. Además de los traslados de ida y vuelta, incluye cata de vinos de la cava subterránea, degustaciones gourmet (Premium Pinot Grigio, Premium Rosé, Premium Sauvignon Blanc, Premium Chardonnay Torrontés, Premium Cabernet Sauvignon) y maridaje de chocolates.
Atamisque
En Bodega Atamisque se destaca el respeto por la naturaleza y el cuidado del medio ambiente. La cosecha se hace de una forma manual, con rendimientos reducidos de viñedos pequeños a fin de lograr alta tipicidad varietal. Durante el recorrido vas a degustar 2 vinos de su línea Serbal y 2 de la línea Catalpa.
La duración del recorrido dirigido por la bodega es de 1 hora 30 apróximadamente. Por otro lado, la especialidad de restaurante, Rincón Atamisque, es la trucha, proveniente del criadero de la misma propiedad.

Presenta un diseño arquitectónico muy novedoso, con un techo de lajas típico de los Alpes franceses e italianos. La bodega está rodeada por un arbolado parque de 15 hectáreas, donde se encuentra un ejemplar de Atamisque, arbusto autóctono que dio origen al nombre con el que se bautizó esta finca hace un siglo.
Además del Malbec clásico, desarrollan viñedos Chardonnay, Sauvignon Blanc, Viognier, Pinot Noir, Merlot, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot y Cabernet Franc.
Nuestra selección de bodegas en Tunuyán
Este departamento se destaca entre las áreas vitivinícolas por su diversidad de microclimas y suelos rocosos, que favorecen la producción Pinot Noir y el Merlot. Por ello, muchas bodegas de la zona se especializan en la viticultura de altura.
Bodega Bianchi
Ubicada a 1.100 metros sobre el nivel del mar, Bodegas Bianchi tiene el distintivo de vides nutridas por rayos solares y aguas andinas. Esto genera un microclima ideal para la producción de blancos, tintos y espumantes de la más alta calidad.

La bodega ofrece la posibilidad de caminar por los viñedos, aprender sobre el proceso de elaboración de los productos, o simplemente sentarse a disfrutar una copa de sus mejores exponentes, premiados y reconocidos en el mundo.
La bodega lleva una historia de 90 años en el país siendo patrimonio de la Argentina por ser la de mayor trayectoria elaborando vinos y espumantes de excelencia. Al día de hoy, es una marca global con presencia en más de 40 países representando.
En 1887 nació en Italia Valentín Bianchi, dando inicio a la historia y la tradición. En 1910, con solo 23 años, dejó su localidad natal, Fasano, y emprendió viaje a la Argentina, más precisamente a Mendoza.
En 1928, luego de años de esfuerzo y perseverancia, logró concretar uno de sus más grandes sueños: tener un viñedo propio e inaugurar una bodega a la que llamó El Chiche, “la pequeña bodega de los grandes vinos”.
Con el tiempo, los viñedos fueron creciendo y hoy la familia posee dos grandes establecimientos ubicados en San Rafael y en Valle de Uco.
Bodega SuperUco
La Bodega SuperUco es un emprendimiento de dos hectáreas completamente biodinámico en Tunuyán.
Los hermanos Michelini (dueños de la bodega) decidieron concebir un diseño de forma circular; desde la plantación de los viñedos y la huerta orgánica familiar, hasta los corrales de los animales. Incluso la bodega es un octógono, justo en el medio de la finca, en el círculo principal, que está unido a otros tres por senderos.

En el marco único que ofrece el paisaje cordillerano, la bodega recibe a sus visitantes con un restaurante a la altura del entorno circundante. Se preparan genuinas comidas de campo a la parrilla y al horno de barro.
SuperUco ofrece la experiencia de conocer la bodega, la gastronomía y disfrutarla en un atardecer único al pie de la cordillera.
Si te interesa conocer la variedad de sus exquisitos vinos, recomendamos la degustación en la bodega Superuco. Este paseo de una hora y media te propone recorrer las instalaciones, además de realizar una degustación de sus vinos Calcáreo, SuperUco y Genitori, acompañados de pan casero y tabla de quesos.
Casa de Uco
La filosofía de Casa de Uco es producir vinos que expresen la autenticidad de su terruño. Para conocer sus sabores se le ofrece a los visitantes un recorrido por la bodega telescópica desde la pasarela superior, con una visión global del proceso de producción.
Para llegar desde la ciudad hay que tomar la Ruta Nacional 40, en un trayecto de unos 110 kilómetros.

Esta actividad está diseñada para entender rápidamente la industria del vino en una bodega boutique experimental, contemplando cómo todo sucede, y disfrutando hacia el final de una degustación de los mejores vinos en el Tasting Room. La visita puede concluir con un asado entre los viñedos o un almuerzo en el restaurante.
En la bodega también se puede disfrutar de exquisitos platos elaborados en el restaurante, donde utilizan productos locales y de estación, en su preferencia orgánicos. Para ello, la cocina trabaja en conjunto con productores vecinos para lograr una carta internacional, aunque genuinamente inspirada en el Valle de Uco.
Su universo gourmet no se limita al exclusivo restaurante principal del Casa de Uco Wine Resort. En los diversos sectores de fuegos, ante vistas impactantes de la montaña y los viñedos, se preparan asados y otras delicias. También hay un bar, donde se ofrece una carta exclusiva diseñada por el conocido Renato Giovannoni, destacado por combinar sus tragos con la materia prima local.
Bodega Salentein
Salentein es uno de los productores más grandes de la región, ¡Alberga una bodega con una capacidad de 5000 barriles! Se trata de una de las bodegas pioneras en iniciar la transformación del Valle de Uco. El desarrollo de viñedos en altura para producir uvas de gran calidad fue el principal objetivo se planteó su fundador, Myndert Pon.
Está diseñada en forma de cruz con dos plantas: una para la elaboración del vino a partir de la uva y la subterránea a nueve metros bajo la superficie es donde se cría el vino en roble.

Salentein está situada a 100 kilómetros de la ciudad de Mendoza (97 kilómetros por la RN40 y RP86). Desde 1996 se empeña en transformar la zona con un proyecto que no deja ningún aspecto librado al azar: en un mismo espacio conviven viñedos, un museo de arte, un restaurante, un anfiteatro y hasta una posada.
Las tres fincas se ubican entre los 1.050 y 1.700 metros de altura. En la finca San Pablo se encuentran los viñedos más altos de la provincia, y algunos de los más altos del mundo. La gran altitud de las fincas presenta dos ventajas centrales: el agua y las temperaturas.
La cava de Salentein es de ensueño. Tiene un piano en su interior y la rosa de los vientos, con sus puntas orientadas hacia cada cardinal, para representar su relación con el resto del mundo. Esta escena se presenta nueve metros bajo tierra y se muestra en el recorrido, donde también se accede a la galería de arte.
Bodega Monteviejo
Se encuentra situada al pie de la Cordillera de los Andes, en el corazón de Valle de Uco, a 120 kilómetros de la ciudad de Mendoza, dentro del grupo de propiedades de Clos de los Siete.
El predio comprende 130 ha a una altitud entre los 1.000 y 1.200 msnm. Sus tierras con pendientes orientadas hacia el norte y el este tienen la mejor exposición al sol dentro del hemisferio Sur. La construcción de la bodega comenzó a principios del 2001, y la primera cosecha se concretó en el 2002.

Sobre una superficie total de 8.500 m2, Monteviejo funciona con un sistema gravitacional con doble cinta de selección de racimos y granos. El objetivo del mismo es transportar la materia prima sin la utilización de bombas, cuidando de no dañarla en ninguna parte del proceso.
En el tercer piso de la bodega funciona el restaurante de Bodega Monteviejo, que combina la experiencia enogastronómica y turística con una de las mejores vistas a la cordillera de Los Andes. Es una de las cocinas con mayor impronta regional que recupera todos los sabores del Valle de Uco.
Bodega Andeluna
Andeluna está ubicada en una finca de 80 hectáreas en Gualtallary, Tupungato. Los vinos de esta microrregión de clima seco y frío ofrecen un perfil distinto por su excepcional intensidad en color, expresión aromática y estructura.
El edificio está construido al estilo de un castillo francés, con techos altos e incluso una cocina abierta para ver cómo se preparan las comidas.

La bodega ofrece un programa turístico completo de propuestas gastronómicas y actividades pensadas para disfrutar en familia, pareja o con grupos de amigos. En todas las actividades, el marco es un paisaje de belleza natural, entre viñedos y la Cordillera de los Andes.
Si elegís visitar Andeluna vas a poder probar los diferentes menús del restaurante. Todo el equipo de la bodega participa en la concepción de cada propuesta que marcha desde la cocina: el Menú de 6 Pasos de estación (propuesta principal del restaurante) y el Menú Criollo, arraigado en la cultura culinaria local: empanadas de carne, entraña grillada y el tradicional flan con dulce de leche.
Otra de las actividades que ofrece la bodega es ver la caída del sol en las Tardecitas en Andeluna desde los jardines de la bodega, para luego divertirse en las clases de cocina o el juego del Blend para chicos y grandes. Estas se realizan de martes a domingo.
Piedra Negra
En 1996, Jacques y François Lurton, reconocidos bodegueros de origen francés, hallaron en estas tierras las mejores condiciones para elaborar sus propios vinos argentinos. Por eso construyeron la bodega Piedra Negra.
Esta finca se encuentra a 94 kilómetros de la ciudad a unos 1.000/1100 msnm, en una zona que antes era un gran desierto. La calidad del suelo, la tierra virgen de elevada altitud, el excelente clima y la presencia de agua dieron lugar a que surgiera una gran producción de vinos.

La bodega de los hermanos Lurton cuenta actualmente con 220 hectáreas repartidas en dos fincas: Finca Chacayes, en Vista Flores (Tunuyán, al sur de Mendoza) y Finca Barrancas, en Maipú (al este de Mendoza).
La Bodega situada en la Finca Chacayes fue construida para resistir terremotos. Además, cuenta con un ala especial que aloja una sala de crianza para barricas y cubas de pequeño volumen, que garantizan condiciones óptimas de vinificación.
Su "Gran Lurton 1996", se convirtió en el primer vino argentino en ganar la medalla de oro de la exposición Wine Challenge in London, una de las más importantes del mundo. Hasta el 2012 la bodega llevaba el nombre de Lurton, pero luego cambió por Piedra Negra.
A través de las visitas guiadas, degustaciones, almuerzos y cenas, se puede conocer más sobre los sabores e historia de esta asombrosa finca. Para los más aventureros, hay cabalgatas muy entretenidas por los viñedos y alrededores.
Nuestra selección de bodegas en San Carlos, Mendoza
San Carlos es uno de los distritos más tradicionales de Mendoza, con una larga historia vinculada a la producción de vino. Sus suelos pobres y bien drenados, junto con un clima seco y luminoso, son perfectos para variedades como el Cabernet Sauvignon y el Syrah. Algunas bodegas de San Carlos tienen más de un siglo de trayectoria, y la mayoría propone experiencias enológicas que combinan historia y calidad.
Bodega Zuccardi
La bodega Zuccardi se consagró en la primera edición de The World’s Best Vineyards como la mejor de Sudamérica y del mundo. La construcción de la bodega comenzó en el año 2013 y fue inaugurada en el año 2016. El edificio es un homenaje a la montaña, que define tanto el clima como los suelos de la región.

La construcción se realizó con elementos naturales, piedras del lugar (redondas, blancas y calcáreas). Las piletas y ánforas son el resultado de años de experimentación en la búsqueda de la vasija ideal, hasta llegar a la tronco-conicidad como la forma que permite un trabajo más natural en los mostos y vinos.
Los visitantes pueden recorrer los espacios de la bodega y recorrer los viñedos descubriendo las características y particularidades de los suelos que otorgan identidad a los vinos.
Otro de los puntos fuertes de Zuccardi es su gastronomía en su cocina Piedra Infinita. Ubicada en el Paraje Altamira (a pocos kilómetros de la bodega) frente a la majestuosa Cordillera de Los Andes, cuenta con capacidad para 50 cubiertos.
En este escenario único de montaña y viñedos, se puede disfrutar un menú de 4 pasos elaborado con productos regionales en una expresión gourmet maridada con vinos Zuccardi.
Zuccardi se encuentra a 35 kilómetros de la ciudad de Mendoza, se puede acceder en auto a través de la ruta provincial N°7 (pavimentada) durante 35 minutos.
Clos de los Siete
Creada por el famoso enólogo consultor Michel Rolland y un grupo de franceses referentes en el sector vitivinícola.
Clos de los Siete sabe conjugar el gusto francés con el distinguido terroir de la región de Valle de Uco. La zona se destaca por ser un sitio elegante, exótico, con personalidad y un fiel reflejo de la pasión francesa.

La bodega obtuvo una doble medalla de oro de Great Wine Capitals por arquitectura y paisajismo. La construcción es uno de los imperdibles del recorrido turístico, junto con el contexto natural privilegiado y la gastronomía.
La finca se encuentra a 105 kilómetros de la ciudad, y se puede llegar en auto a través de la RN40 (1 hora 30 minutos de manejo).
Finca Abril
Finca Abril es una empresa fundada en el año 1996 con el objetivo de producir partidas reducidas de vinos de alta gama.
El proyecto inicial nace en una pequeña parte de una antigua finca mendocina, ubicada en el Valle de Uco con viñedos plantados en el año 1922. Con el tiempo, la finca creció sobre la base de suelos aptos, amplitud térmica, trabajo, seguimiento en el proceso de elaboración, añejamiento y guarda criteriosa.

Abril se encuentra a más de 1000 metros sobre el nivel del mar, en el corazón de los viñedos. Su tecnología contrasta con concepción arquitectónica clásica, que recuerda las antiguas bodegas mendocinas. Tiene un desarrollo práctico, con espacios amplios adecuados especialmente para cada tarea.
Los vinos se alojan en las cavas subterráneas, bajo condiciones ambientales ideales, rodeados de silencio y penumbras. Recomendamos degustar la línea Malbec 1922, Red Blend y Malbec Rapsodia.
Si te interesa visitar esta bodega, podés hacerlo en auto desde la ciudad, dirigiéndote por la Ruta Nacional 40 durante 106 kilómetros.
La Celia
La Celia fue fundada en el año 1890 por Eugenio Bustos, es la bodega más antigua del Valle de Uco. Con el correr del tiempo las tierras fueron heredadas por su hija, con su fuerte personalidad y liderazgo trabajó estas tierras hasta convertirlas en prósperos viñedos.
En el 2000, Finca La Celia fue adquirida por San Pedro Wine Group, empresa del grupo CCU, líder en el negocio de bebidas en Chile y Argentina. De esta manera, la bodega fue ampliada, restaurada y equipada con tecnología de punta de origen francés e italiano, y combina arquitectura clásica con equipamiento moderno.

La finca se encuentra 100 kilòmetros al sur de la ciudad de Mendoza, al pie de la Cordillera de Los Andes. Tiene una superficie total de 511 hectáreas y plantaciones diseñadas para producción de uvas de alta calidad, con genética de clones seleccionados de origen francés.
En el caso de la variedad Malbec se utilizaron plantas seleccionadas de los viñedos históricos que formaban parte de la antigua finca. Las principales variedades tintas son Cabernet Sauvignon, Malbec, Cabernet Franc, Merlot, Pinot Noir, Syrah, Petit Verdot y Tannat, entre otras. Entre las variedades blancas destacan Chardonnay, Sauvignon Blanc, Pinot Grigio, Sémillon, Viognier y Gewürztraminer, entre otras.
La Celia tambièn tiene su marca de exportaciòn, Gatonegro, la cual se ofrece para degustar. Esta marca tiene una trayectoria de más de 30 años, y se vende en más de 70 países, liderando ventas en 14 de ellos.
Altocedro
Fue construida en estilo colonial en 1988, y es realmente hermosa. Su ubicación junto a la cordillera de Los Andes ofrece vistas increíbles de los cerros cubiertos de nieve.
En Altocedro se puede probar algunos de sus vinos de mayor calidad durante catas especiales que incluyen quesos y embutidos. Si te interesa comer, podés disfrutar de una comida en los jardines con una cata de vinos cuidadosamente elegida.

También podes ingresar a la bodega, donde los expertos compartirán los procesos involucrados en la elaboración de sus, para terminar con una degustación.
Si te interesa conocerla, podés llegar a la finca en menos de 2 horas por la RN 40, donde se encuentra señalizado el recorrido.