Hace unos años, un grupo de amantes del atletismo decidió que Buenos Aires tuviera su maratón. La idea inicial fue instituir una competencia de nivel internacional, que sirviera como excusa para que los atletas del mundo descubrieran y disfrutaran las bellezas de la ciudad.
La maratón de Buenos Aires es una carrera particular, forma parte de la categoría Bronze Label en el circuito oficial de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) y es considerada las más importante de Latinoamérica por varios factores. Entre ellos, el hecho de estar al nivel del mar, la organización y el circuito. La carrera no sólo cruza toda la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sino que además recorre los puntos más representativos de la capital. Desde el estadio de River Plate, pasando por Puerto Madero, el Obelisco y Plaza de Mayo, hasta la Bombonera y Retiro.
Al ser una competición que apunta a vivir una celebración deportiva en la que cualquiera pueda intervenir, cada edición fue sumando nuevos adeptos de distintas edades y de diferentes países. Casi el 80% de los participantes son corredores amateurs. Eso genera que, especialmente en esta distancia, se vivan muchas carreras dentro de una. Se estima que los punteros de la categoría masculina llegarán apenas pasadas las 2 horas y de la femenina cerca de las 2h 20m. El grueso de la llegada se da entre las 3 y 4 horas, y los últimos corredores suelen tardar aproximadamente 6 horas.
En 2003, cuando se consagró ganador el argentino Oscar Cortínez, se contó con la participación de 900 atletas nacionales
e internacionales. En 2004, año en el que repitió la victoria Cortínez, compitieron 1.700 corredores.
El último argentino en poder ganar los 42k de Buenos Aires fue Mariano Mastromarino, que en 2014 logro un tiempo de 2h15m28s.