Dicen que cada lugar tiene su historia y cada historia su lugar. En el extremo Sur de Argentina y entre el último tramo de la Cordillera de los Andes y el Canal de Beagle existe una ciudad con la suya.
Esta es Ushuaia: capital ubicada en la provincia de Tierra del Fuego, con 50.000 habitantes y conocida como la más austral del mundo. La palabra Ushuaia viene de la lengua Yagán. Ushuaia significa “al fondo” y waia “bahía”, dándole el nombre de “Bahía al fondo”.
Los primeros en habitar esta zona fueron grupos nómadas que, hace más de 11 milenios, llegaron caminando desde el norte hacia el territorio actual de Isla Grande de Tierra del Fuego. Estos grupos tenían un tipo de parentesco con los Tehuelches. Ellos se dedicaban a cazar, recolectar y fue así que surgieron los pueblos Ona y Haush. Luego, llegaron otros pobladores: los Yámanas y Kawésqar. Ambos eran grupos nómadas que se trasladaban en canoas, destacándose la pesca entre sus actividades para subsistir.
En 1869, y con autorización de los gobiernos de Argentina y Chile, llegaron misioneros anglicanos con el objetivo pautado de evangelizar a estos pueblos. A partir de esta misión encabezada por el obispo Waite Hockin Stirling, se asentaron y empezaron a construir sus viviendas. Al año siguiente, lo reemplazó Thomas Bridges.
En 1884, el comodoro Augusto Lassere inició una expedición y el 12 de octubre de ese mismo año, creó la Subprefectura Ushuaia a orillas del Canal de Beagle. Thomas Bridges aceptó la soberanía argentina e hizó allí la bandera argentina por primera vez.
Cada 12 de octubre se festejan los años de fundación de Ushuaia. Continuando, el gobierno argentino apoyó la misión, pero Bridges luego decidió abandonar su función de misionero y fundó la Estancia Harberton en 1886 para vivir con su familia. Si bien con el tiempo Ushuaia comenzó a expandirse y convertirse en un lugar pintoresco para vivir, fue reconocida entre los argentinos recién en 1896. ¿El motivo? Un proyecto de Colonización penal durante la presidencia de Julio Roca, donde enviaban a presos y presas que debían cumplir condenas de largos años.
Sin embargo, como era tanta la cantidad de reclusos que llegaban desde Buenos Aires, en 1902 se inició la construcción de una cárcel de piedra, por ellos mismos. Este presidio, que hoy funciona como museo, contaba con un ferrocarril de ruta directa que conducía a los presos y presas hacia los campos de trabajo, ubicados en el actual Parque Nacional Tierra del Fuego.
La misión anglicana terminó a fines del siglo XIX y como toda historia de colonización, es importante nombrar que los pueblos originarios tuvieron que atravesar graves sufrimientos: desde exterminio directo hasta enfermedades infecciosas de las que no pudieron curarse por no estar inmunizados.
Y ya para 1930, los pueblos originarios de la ciudad habían desaparecido casi en su totalidad. Actualmente, Ushuaia es una ciudad turística, caracterizada como “la ciudad del fin del mundo” y es reconocida mundialmente. Cada año recibe miles de turistas que buscan sorprenderse con la naturaleza que la rodea y visitar cada rincón donde se respira historia.