Junto con el mate, el dulce de leche y la empanada, el asado es la comida predilecta de los argentinos. Algunos lo prefieren jugoso, otros a punto o cocido. También está el dilema de si se lo hace con leña o con carbón. Depende de cada paladar, la guarnición puede ser ensalada, papas fritas o una infaltable salsa criolla.
Más allá de todas las versiones, lo que nadie pone en discusión es que toda persona que pise suelo argentino debe probar este plato que forma parte de la cultura de todo el país. Sobre todo, de los domingos al mediodía.
En la
Ciudad de Buenos Aires y más precisamente en el barrio de
Palermo, las opciones son varias. Desde restaurantes premiados a nivel internacional a bodegones familiares que arrancaron a puro pulmón. Y todos comparten una cosa: la pasión por la carne.